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"Y los ángeles ígneos cayeron. Profundos truenos se oían en las costas ardiendo con los fuegos de oro." - Roy Batty
Para hoy: tirar pelo por doquier, comer dos libros, deshacer cuatro cajas; si me alcanza el tiempo: hacerme donde no debo y roer un sillón.
Tiene muy pocos amigos, todos creen que es un apático;
si nunca nadie lo ve, es porque se esconde en el ático;
y cuando por fin se decide, todos le gritan: ¡Lunático!
Alegre, Don Bagre salió hacia el parque
para encontrarse con su compadre.
En la fuente el merlo le confesó su pena:
de ese día no pasaba, iba a ser la cena.